TEXTO NARRATIVO La esperanza de las rutas escolares
En un pueblo llamado Usme en el que vivían alrededor de 748.0132 habitantes, los estudiantes debían recorrer varios kilómetros para llegar a su escuela. Muchas de las familias de estos estudiantes no contaban con mucho dinero para poder transportarse en bus todos los días, tampoco tenían la posibilidad de ir en bicicleta ya que el camino era muy empinado y además la inseguridad que se vive en este lugar es un poco alarmante, así que esto no era una opción.
La situación también era más difícil para aquellos que estudian en una vereda, el frio de Usme tampoco ayudaba mucho y todos los días tenían que caminar cerca de 8 kilómetros. Poco a poco esta fuerte situación fue llegando a los oídos de la Secretaría de Educación que se encargaba de todos estos asuntos y de la misma manera velar por los derechos de los estudiantes, pero ellos hacían caso omiso, así que las familias más afectadas tomaron la decisión de ir a romper los vidrios de todas las escuelas en las que aquellos rectores no querían hacer nada para ayudarlos. Esa tarde se reunieron el parque central del pueblo y continuaron con su protesta, muchos de los rectores estaban asustados y salieron corriendo hacia sus casas. En la mañana del día siguiente varias escuelas amanecieron tan rotas como las esperanzas de aquellos niños que no tenían ningún medio de transporte.
Ellos decidieron que debían hablar con las escuelas y tomar una decisión frente a este tema, lograron llegar a un acuerdo y comenzaron a prestar más atención a las condiciones en las que se encontraba las rutas escolares, en el mes de febrero lograron un gran avance implementando casi el 90% de estas rutas, muchas familias agradecieron este avance. Y a día de hoy casi el 100% de estudiantes logran transportarse con seguridad.